Creando cultura de Innovación

Si sois de los que entendéis que la innovación llega a través de una cultura abierta y es el factor que más puede contribuir al crecimiento y a la competitividad de las empresas, os recomiendo su lectura.

En el libro hablamos de por qué hay que innovar, cómo sostener la innovación a través de una cultura corporativa fuerte y creativa, qué métodos y herramientas existen a nuestra disposición para innovar, cómo medir los resultados de la innovación, y finalmente repasamos 11 casos prácticos, de empresas de diferentes tamaños que han conseguido innovar o impulsar a otros a hacerlo con éxito. Son: HP, Girbau, Horizons Optical (Grupo Indo), Stubhub, Bankinter, Damm, Creas, Real Federación española de Golf, Goiko Grill, El independiente y Optimio, que podrán darte ideas si estás planteando impulsar la innovación en tu empresa.

En nuestros días, las empresas que sobreviven no son necesariamente las más fuertes, sino las que mejor se adaptan al cambio. Y es necesario construir una cultura en la que las personas sepan qué pueden hacer para innovar y sobre todo, quieran hacerlo. Ya sabemos que la cultura es algo invisible pero marca cómo la gente se comporta en un lugar de trabajo.

La innovación no es patrimonio de unos pocos, con grandes recursos para invertir en ella o en la tecnología que la sustenta. Es importante entender que cualquier empresa, sea cual sea su tamaño o sector de actividad puede abordar sus retos desde la innovación. Lo que realmente importa es la calidad del liderazgo y el desarrollo de una cultura innovadora. Me atrevo a afirmar que, hoy por hoy, la supervivencia de una empresa depende de la adaptación y anticipación de sus equipos a los cambios ambientales, de crear un ambiente propicio, donde las personas que trabajan en ella encuentren la inspiración y se sientan motivadas.

Necesitamos repensar y revaluar el desarrollo de nuevos patrones de comportamiento y de hábitos en nuestras organizaciones, potenciando el diálogo continuo entre todas las partes involucradas en la empresa: equipo, clientes, partners… para desarrollar en todos ellos una cultura innovadora.

Necesitamos apoyarnos en tres vectores: tecnología que nos permita transformar la forma que tenemos de trabajar, métodos de innovación para integrar esta tecnología como para formularnos las respuestas adecuadas a los retos del negocio y por último, desarrollar el talento buscando nuevas formas de organizarlo y potenciarlo en la era digital.

¿Necesita la innovación de la creatividad para ser eficaz?

La innovación es la aplicación de la creatividad de manera sistemática para lanzar un nuevo producto o servicio al mercado. Su objetivo prioritario es transformar las ideas o insights generados por la creatividad en un entorno real y mesurable económicamente.

La creatividad la podríamos definir como la producción de nuevas ideas que pueden dar lugar a un nuevo producto, concepto o servicio, o simplemente resolver un problema de forma original y diferente. Aparece en momentos de ideación definidos y elegidos dentro del proceso de innovación, aunque también puede aparecer de forma espontánea.

La creatividad es, indudablemente, un ingrediente básico en la receta de la innovación. Pero no es el único, ni mucho menos. Las ideas son necesarias, pero hace falta más. Uno de los grandes innovadores empresariales de las últimas décadas (al menos, lo es para mí), Michael Dell, se refería a ellas como commodities, y explicaba que sólo aquellas que llegan al mercado y funcionan pueden ser consideradas como tales.

Cuando el resultado de un proceso innovador da lugar a algo totalmente nuevo hablamos de innovación radical, disruptiva o en valor. Una innovación que trabaja con el futuro, ofreciendo soluciones realmente nuevas que funcionan en mercados nuevos o existentes. Una forma de arriesgar más a cambio de un impacto mayor.

Por el contrario, la Innovación incremental o continua es un proceso que busca optimizar lo existente para mantener el valor. Es la estrategia de la inercia aplicada en compañías tradicionales en contextos más bien limitados, para introducir mejoras sobre algo que ya existe, partiendo de datos y feedback sobre como está funcionando aquello que pretendemos mejorar.

Saber qué proceso innovador se adapta mejor a la compañía y cuál optimizará mejor sus recursos para conseguir los objetivos marcados es la clave del éxito en la cultura de innovación de cualquier empresa. 

Hay muchos recursos para ayudar a tu empresa a avanzar hacia una innovación disruptiva, que cambie el juego. Por ejemplo, booking. Ha cambiado la manera de hacer las reservas de hotel, y ha obligado a las cadenas hoteleras a negociar su margen. O AirB&B, que, sin edificar un solo edificio, es capaz de doblar la oferta de plazas hoteleras en cualquier ciudad del globo. Uno de ellos es lo que llamamos MoonShooting, o disparar a la luna. De este método no hablamos en el libro, pero es interesante que lo conozcas. También está el método de los océanos azules, inventado por Renée Mauborgne y W. Chan Kim. Consiste en dibujar un espacio no explotado, que satisface una necesidad de nuevos usuarios de forma totalmente nueva.

Hay otros métodos, como innovación centrada en usuarios o peoplecentric, que sigue un camino progresivo, para enmarcar la creatividad en las necesidades de los usuarios, y avanza con la creación de prototipos que permiten acabar de co-crear el producto o servicio final con los stakeholders implicados:

Finalmente dedicamos un breve apartado a hablar de cómo medir la innovación.

Normalmente la innovación se suele medir en ratios de generación de negocio. En el libro combinamos métodos más cuantitativos, como kpis de rendimiento: los costes de innovación y las ventas obtenidos, u otros como el ISR o innovación sales rate. Es la ratio que mide tu actividad innovadora en relación a tus ventas. También muestra si tus desarrollos han sido útiles en el mercado o no, porque mide las ventas conseguidas con las innovaciones creadas en los últimos años.  Hablamos también del Business Model Canvas, creado por Ostelwalderhttps://www.strategyzer.com/canvas y otros:

Junto a estos métodos hablamos de la teoría del cambio y otras ratios como el SROI, como la empresa financiera CREAS mide el impacto de los proyectos de inversión antes de decidir si quiere apoyarlos o no.

Lo recomendable para Crear una Cultura de Innovación se puede resumir,en definitiva en: crear las condiciones para que el talento pueda innovar, apoyarse en métodos y en tecnología para acelerar la curva de la innovación y además, medir el impacto de nuestra innovación. El resultado será una empresa innovadora y competitiva.