El liderazgo en las empresas es importante porque es el motor que impulsa el cambio, la innovación, y potencia el talento de sus equipos para llevar la empresa a un nivel superior de rendimiento y resultados.
El liderazgo no solo implica la toma de decisiones estratégicas del negocio sino también la capacidad de identificar y desarrollar el talento de sus empleados y orquestar los cambios necesarios para que la empresa progrese en todas sus áreas con la implicación de los propios equipos. Y además, el liderazgo es la ventaja competitiva que no se puede copiar.
En este artículo nos centraremos en la importancia del liderazgo vinculado al desarrollo del talento y del teambuilding (construir equipos) como una de las responsabilidades de las y los líderes efectivos.
La importancia del desarrollo de talento en las empresas y el teambuilding
Sin personas no hay empresa. Sin talento no hay liderazgo. Sin liderazgo no hay innovación.
Según un estudio de Gallup, más del 50% de los empleados abandonan a sus jefes, no a las organizaciones. Este dato tan crudo nos da la medida del impacto del liderazgo en las personas, tanto para bien como para mal. Y al contrario, los equipos motivados, con una líder o un líder motivador, son capaces de tener un rendimiento superior, entre un 14% y un 18% exactamente.
El liderazgo es una palanca clave para motivar a las personas, obtener resultados de negocio y hacer de la empresa un lugar apetecible para trabajar. En mi experiencia como consultora, he visto el efecto de un líder o una líder a lo largo de los años en las empresas y he podido comprobar que los líderes auténticos, o aquellas que practican un liderazgo basado en la confianza, el empoderamiento, la libertad de acción y la comunicación fluida consiguen que sus empresas sean lugares donde los y las empleadas se esfuerzan mucho más por dar lo mejor de sí en los proyectos y con los clientes. Y al mismo tiempo, he visto que aquéllos líderes que ejercen su liderazgo desde el control, el autoritarismo, la falta de comunicación y la no delegación, consiguen rotación y descontento, y sus equipos son menos capaces y más dependientes.
¿Qué cualidades tiene una líder o un líder para empoderar a sus equipos?
Son lo que yo llamo líderes multiplicadoras: una líder multiplicadora generan confianza.
En primer lugar, Son personas cercanas y accesibles: la puerta de sus despachos siempre está abierta a todo el mundo. Comparten momentos diarios fuera de las reuniones habituales con la gente de la oficina, y aprovechan espacios como por ejemplo en los viajes de negocio, para hablar tanto del negocio como de la persona.
Esto les ayuda a conocer muy a fondo a sus equipos. Saben qué pueden esperar de cada persona y en qué situación se encuentra cada uno. Y por su cercanía, no hay barreras para seguir conociendo a cada uno. No obstante, cuando han de pedir un esfuerzo extra, saben cómo pedirlo: adaptándose a cada persona, usando un estilo de comunicación en sintonía.
Por eso mismo, saben cómo dar feedback. Los líderes más efectivos, los multiplicadores, aquellos que consiguen potenciar a sus equipos, dedican tiempo a explicar a sus colaboradoras y colaboradores cómo seguir mejorando. Tienen una gran capacidad de escucha.
Los líderes multiplicadores son personas generosas, saben arriesgarse, y transmiten entusiasmo.
Pero lo más importante, se conocen muy bien a sí mismas o a sí mismos. Se conocen y se aceptan. Entienden sus preferencias a la hora de comunicarse, han indagado en sus creencias limitadoras y potenciadoras, y saben auto-regularse. Los y las líderes más efectivos que he visto en mi trayectoria trabajan activamente por auto-regularse. ¿Qué quiere decir esto? Saber mantener la calma bajo presión, y evitar que la presión nuble la vista o empañe la comunicación. Esto es lo que más credibilidad genera en las y los colaboradores: una persona que, aunque tenga mucha presión a sus espaldas, sabe regularla y evitar que empañe las relaciones. Llegar a este punto, sin duda, requiere haber hecho un camino previo de trabajo personal.
En resumen, un liderazgo multiplicador es un liderazgo efectivo, capaz de potenciar el talento dentro de las organizaciones, identificar los perfiles que pueden liderar equipos, darles la oportunidad de formar parte activa en el crecimiento de la empresa y crear una vía de comunicación transparente, fluida.
El liderazgo en mi opinión es la mejor fórmula para conseguir la motivación entre los trabajadores y crear equipos cohesionados y eficaces implicados en el crecimiento del negocio.
Pero…¿Qué puede pasar cuando la líder o el líder actúa desde una creencia limitadora?
Una creencia limitadora es un mensaje que nos hemos dado a nosotras mismas y nos creemos a ciencia cierta, sin ni siquiera cuestionarlo. Del tipo: “ si hago esto, mi equipo me rechazará”; “si delego, perderé el control de los resultados”; “no me puedo abrir y ser yo misma porque si lo hago me dañarán”. Estas creencias han sido cultivadas desde nuestra infancia y si no las identificamos a tiempo pueden condicionar negativamente nuestro estilo de liderazgo. Son creencias que restan, no multiplican.
¿Cuántas veces descubrimos empleados con bajo rendimiento, desmotivados, en departamentos poco coordinados, bajo la dirección de jefes que no escuchan? ¿O de jefes que no delegan y recelan del progreso profesional de sus subordinados? Son los jefes “tobogán”, los que consiguen que los y las colaboradoras bajen a toda prisa su motivación y no se desarrollen.
En el fondo, esta es una mentalidad regresiva y perdedora, que bloquea todo avance positivo en la empresa. Lo curioso, es que muchas veces surge del miedo del líder o la líder en la relación con su equipo.
Por eso, cuando en una empresa hay equipos que no funcionan, o departamentos en una empresa que no se coordinan bien entre ellos en lugar de pensar en realizar un teambuilding, (que por cierto, tiene muchas ventajas) suelo recomendar a las empresas mirar “aguas arriba” y trabajar sobre las y los líderes. Porque en la gran mayoría de ocasiones, un equipo y una empresa reflejan la cultura de sus líderes.
Liderar es asumir riesgos y compromisos, es motivar a los empleados para que se impliquen más en los objetivos estratégicos de la empresa, es crear mejoras en la organización y en la comunicación de los equipos para aumentar su eficiencia. Es delegar, es desarrollar, es aprender. Crear, en definitiva, un equipo que sea algo más que la suma de las partes.
¿Qué ha de conseguir una líder?
Es muy interesante empoderar a las colaboradoras y colaboradores, ayudándoles a ser personas más autónomas, más ágiles en sus decisiones, empezando por la propia líder. Se trata de ser coherentes y hacer aquello de “predicar con el ejemplo”.
A su vez, les enseñará a delegar, motivándoles y creando una cultura de feedback: un intercambio de conocimiento y experiencias, cuyos efectos benéficos serán una onda expansiva de largo alcance: beneficiará no solo a las personas sino también a los clientes, a las nuevas líneas de negocio y se verá reflejado en la cuenta de resultados. Es lo que llamamos multiplicar.
Al final del día, el objetivo del buen/na líder es conseguir un equipo coordinado, cohesionado y motivado que pueda trabajar individual o colectivamente de manera eficaz y comprometido con la empresa.
Para ello hay que tener en cuenta los diferentes perfiles, capacidades e intereses de los empleados y crear un modelo organizativo que integre tanto las necesidades de las personas como las de la empresa.
Para afrontar este reto, la persona líder debe contar con estas capacidades:
- Escucha activa
- Comunicación efectiva
- Resolución de conflictos
- Con capacidad de negociación
- Estrategia
- Entusiasmo
- Creatividad
- Transparencia y honestidad
- Confianza en las capacidades del otro
- Generosidad
- Con habilidades para motivar y empoderar equipos
- Con visión de futuro
- Con cualidades organizativas y de gestión de recursos
- Con capacidad para tomar decisiones
Beneficios del liderazgo en la empresa
Muchos son los beneficios derivados del buen liderazgo en la empresa:
- Los empleados se sentirán valorados y motivados si se les reconoce el talento y la dirección cuenta con ellos.
- Retendrá el talento y atraerá a otros nuevos.
- La empresa se posicionará como una buena employer branding, una empresa de referencia por su calidad laboral.
- Se fomentará el intra-emprendimiento.
- Descubrir el talento interno facilitará el relevo generacional.
- Mejorará la distribución del trabajo y su rendimiento.
- Si mejora la relación entre los equipos, mejorará la atención hacia el cliente.
- La empresa puede ganar cuota de mercado y lograr sus objetivos comerciales o de innovación. (Link a el otro post de innovación)
- Potenciando y desarrollando el talento interno, no tendrá que recurrir a nuevos empleados.
- Mejorarán las relaciones interpersonales.
- Podrá asumir nuevos cambios, nuevos retos.
- Prepararse ahora para afrontar posibles adversidades futuras.
- La dirección podrá liberar tiempo dedicado al día a día, para centrarse en funciones estratégicas, en la creación de valor.
En definitiva, la empresa crecerá, se multiplicará, si hay un buen equipo, está bien organizado, implicado y comprometido con las necesidades de crecimiento e innovación. Es responsabilidad del/la líder hacerlo posible.
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